Fragmentos del reportaje para el libro con Juan Carlos Villarreal,
fotógrafo en las últimas tres películas de Favio
“Me fascinó su cine desde siempre. Allá por 1970, vi Crónica de un niño sólo. Yo tenía 18 años y me pegó mucho. Después, El dependiente, El romance… Ya estaba impactado por su obra y tenía el sueño de trabajar con él.”
La primera vez que pensó en conocerlo personalmente fue durante el rodaje de Nazareno Cruz… Estuvo a punto a ir a la filmación, en Campo de Mayo, pero no se animó. “No lo pude concretar por timidez. Vi una y otra vez la película y cada vez encontraba algo distinto para disfrutar. Me impactó la plasticidad de las imágenes, la música, el relato.”
(... ) La realidad fue superior a sus sueños. Le dieron una cita y lo contrataron para hacer la foto fija de la película. “Yo no lo podía creer. Lo mío no pasaba por un trabajo; era trabajar al lado de un maestro. Por eso le voy a estar eternamente agradecido a Leonardo por haberme elegido.”
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